Un tema, entre muchos otros, sobresaltó de manera especial a quienes se interesaron en la

propuesta presidencial para reglamentar las telecomunicaciones y la radiodifusión. Y no ha sido para menos. Frente a la concentración hasta hoy inquebrantable, la mala calidad inalterable y los servicios habitualmente deficientes que singularizan a la televisión y a la telefonía en nuestro país, internet ha sido otra cosa.
Artículo en el sitio de Letras Libres. Texto completo, aquí.