Publicado en emeequis
El desencuentro del presidente Calderón con los medios de comunicación es parte de su alejamiento respecto de la sociedad. A unos y otra, los trata con una torpeza sorprendente. De los medios, el presidente se queja tanto y con tanta ingenuidad como si hasta ahora no hubiera sabido que expresan intereses, siempre parciales, y que su pretensión para que informen de manera equilibrada no es más que una quimera impropia de un gobernante al que se suponía con experiencia política.
Con la sociedad, de plano ignora cómo relacionarse. A estas alturas de su desafortunada gestión por lo general evita el contacto con grupos de ciudadanos, pero se mantiene atento a los estudios de opinión que registran una desconfianza creciente en sus decisiones. Hace pocos días, la encuesta GEA-ISA encontró que el 54% de los mexicanos desaprueba el desempeño de Calderón como presidente de la República.
Inhábil y confundido, pero además ofuscado para que su partido gane las elecciones presidenciales del año próximo, el presidente Calderón ha decidido comprar el respaldo de la televisión. Si no es con sus acciones como gobernante, al menos quiere tener una imagen propicia en la sociedad merced al aplauso de los consorcios mediáticos. Como esa adhesión jamás resulta desinteresada, el gobierno gasta montones de dinero para obtenerla. Entre enero y marzo recientes, la administración federal desembolsó el doble del dinero que había destinado a contratos de publicidad en el primer trimestre del año pasado. En vez de 276, fueron 525 millones de pesos. La mayor parte de tales montos es destinada a las televisoras privadas. Seguir leyendo «Gobierno y televisoras, a la baja»