
Publicado en La Crónica el lunes 22 de agosto
“¡Fue el Estado!”. Contundente e irritada esa frase, y lo que significa, ha contribuido a ocultar la verdad sobre el asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Referirse de esa manera a “el Estado” dice todo y dice nada.
Estado son las instituciones que detentan el poder político, que distan de ser homogéneas. Pero en la apreciación elemental que propalan los simplificadores al Estado se le identifica con su cúpula, comenzando por el presidente de la República. De tanto repetir esa frase, en amplias zonas del espacio público se ha considerado que la muerte de los normalistas fue culpa de la administración de Peña Nieto. Ese presidente cometió numerosas torpezas, comenzando por su insufrible insensibilidad política. Pero no supo, ni pudo prever, ni evitar, la muerte de aquellos estudiantes.
Seguir leyendo «“¡Fue el Estado!”: farsa y demagogia«