Publicado en Crónica el lunes 9 de septiembre
Sólo 4 de cada 10 mexicanos considera que el ser humano es producto de la evolución, tal y como ha demostrado la ciencia, y no resultado de una creación divina. La discrepancia entre evolucionismo y creacionismo expresa la identificación con la racionalidad o con los dogmas. En nuestro país el laicismo ha garantizado que en las escuelas se enseñe la teoría de la evolución sin limitaciones religiosas. Lamentablemente el debilitamiento de las convicciones laicas, la incursión de grupos religiosos en el corazón de la llamada cuarta transformación y el insuficiente interés de la sociedad por estos temas podría propiciar que tanto la enseñanza como la propagación de los principios científicos sean erosionados.
Una encuesta nacional de El Financiero realizada por el especialista Alejandro Moreno encontró, en un sondeo telefónico, que el 52% de los ciudadanos opina que el ser humano “es creación de Dios como dice la Biblia”. Para el 40% los humanos somos “producto de la evolución, como propone la teoría científica” y el 8% declaró que no sabe. Seguir leyendo «Creacionismo, imposturas, creencias»