Publicado en Crónica el lunes 13 de febrero
La guerra de Trump es contra el proyecto civilizatorio que la humanidad, no sin trabajos, ha construido en las últimas décadas. Frente a la democracia, postula el fascismo. Ante la circulación de ideas, un pensamiento único. Contra el equilibrio de poderes, el presidencialismo sin contrapesos. Contra la prensa y sus libertades, la proclamación de fake news que son la nueva versión del ladrón que proclama que lo robaron. En ese empeño, que tiene alcances globales, Trump encuentra aliados naturales en los movimientos de derecha en otros países, así como en los grupos fundamentalistas que lo han apoyado en Estados Unidos. En rechazo a ese oscurantismo ayer levantamos en Paseo de la Reforma tres convicciones primordiales: libertad, unidad, dignidad. Seguir leyendo «En marcha»