Guadarrama, toda una ficha

La Crónica, 12 y 13 de enero de 2005

Únicamente el desconcierto, el convenencierismo y la desmemoria que dominan en ese partido, explican la designación de José Guadarrama Márquez como candidato del PRD al gobierno de Hidalgo. Considerado alquimista político del PRI durante varias décadas, se marchó recientemente de ese partido cuando encontró imposible obtener la candidatura para el gobierno de su estado. Antiguo profesor normalista, Guadarrama tiene un abundante historial de acusaciones que van desde el asesinato hasta el tráfico de influencias y las irregularidades electorales.

   Muchos de quienes recuerdan esos antecedentes de Guadarrama se encuentran en el partido que hoy lo postula para gobernador. A la denuncia de Agustín Guerrero, el dirigente del PRD en el Distrito Federal, que acusa a Guadarrama del asesinato en la huasteca hidalguense del líder campesino Pedro Beltrán a fines de los años setenta, se añaden abundantes quejas de quienes durante largo tiempo padecieron persecuciones del que hoy es candidato en su partido.

   Los dirigentes nacionales que forzaron la postulación de Guadarrama a pesar de numerosas quejas de los miembros del PRD en Hidalgo, no podrán decir que la de Guadarrama no ha sido una historia conocida.

   Si es les olvidó, podrían acudir al archivo de ese partido en donde debe haber copias de numerosas cartas y desplegados de los perredistas hidalguenses que repudian a Guadarrama. La página electrónica del PRD ha registrado algunas de esas protestas.

   También están las hemerotecas. Entre otros materiales se puede encontrar el reportaje de los periodistas Pascal Beltrán del Río y Fortino Mohedano que apareció en Proceso del 24 de junio de 1989.  En aquellas fechas Guadarrama era delegado del PRI para las elecciones en Michoacán y se recordaba que su carrera política estaba “rodeada invariablemente de acusaciones de diversa índole: represión, malversación de fondos, asesinatos políticos y espionaje de opositores y compañeros de partido”.

   Alumno de la combativa escuela rural de El Mexe Guadarrama, nacido en 1948, fue efímero miembro del Partido Popular Socialista pero pronto se adhirió al PRI, con el cual a los 25 años ganó la presidencia municipal de Jacala. Allí afianzó un poder local que le permitiría aliarse con el viejo dirigente político hidalguense Manuel Sánchez Vite y más tarde con el gobernador Jorge Rojo Lugo. De esa manera llegó a ser secretario general del PRI en el estado.

   En 1981 el entonces nuevo gobernador, Guillermo Rossell de la Lama, propone a Guadarrama para dirigir la empresa paraestatal “Patrimonio Indígena del Valle del Mezquital y Huasteca Hidalguense”. El presidente de la República, José López Portillo, acepta y en ese cargo el hoy candidato del PRD acumula fortuna y más influencia. De acuerdo con aquel reportaje de Proceso:

   “En la sede de la dependencia, en Ixmiquilpan, mandó construir la casa del vocal ejecutivo: una enorme residencia con alberca techada, palapa y 8,000 metros cuadrados de jardín. Designó jueces y agentes del Ministerio Público en los municipios de su área de influencia. Organizó escandalosas francachelas con los recursos del Patrimonio. Dominó a las escuelas rurales, principalmente El Mexe, con cuyas 70 hectáreas de riego hizo fabulosos negocios. Rentó o vendió la maquinaria de la paraestatal. Generó conflictos agrarios para luego resolverlos. Se vio inmiscuido, inclusive, en un homicidio imprudencial; cuando chocó estaba totalmente ebrio —en Mixquiahuala, en 1982— y resultó muerto el profesor rural Eduardo Bautista. La averiguación previa, relativa a ese hecho, simplemente se perdió”.

   En mayo de 1983 Guadarrama es removido de ese cargo, aparentemente debido a denuncias de corrupción como la que había presentado la Coordinadora Regional Otomí «Ñañú» que le imputaba un fraude por más de 300 millones de aquellos pesos. “Se supo entonces –añade esa información periodística– que a punto de abandonar la administración del Patrimonio, los hombres de Guadarrama habían comerciado con los lotes de madera destinados a la construcción de escuelas”.

   Guadarrama ha sido muy activo. Sus denunciantes también. Esa biografía política, repleta de imputaciones e irregularidades, permitirá seguirnos ocupando del ahora candidato del PRD en Hidalgo.

Ahora es perredista

 

Ayer, entre muchas otras decisiones, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación desechó las demandas de algunos militantes del PRD contra la designación de José Guadarrama Márquez como candidato al gobierno de Hidalgo. Esas reclamaciones eran extemporáneas o no acreditaron “interés jurídico”, en opinión del Trife.

   Pero no es por violentar las reglas internas del PRD que la candidatura de Guadarrama resulta escandalosa. La indignación que dentro y fuera de dicho partido ha suscitado la postulación se debe a los discutibles antecedentes políticos de ese hasta hace poco tiempo miembro del PRI y, ahora, candidato a gobernador.

   El reportaje de Pascal Beltrán del Río y Fortino Mohedano que publicó la revista Proceso el 26 de junio de 1989 y que citábamos ayer menciona algunos momentos delicados –por decirlo de alguna manera– en la trayectoria de Guadarrama.

   De acuerdo con esa información, después de haberse enriquecido en el Patrimonio del Valle del Mezquital fue reemplazado por un ex procurador de Justicia, Jonathan Vega, quien aparentemente tenía el encargo de investigar los manejos financieros de Guadarrama. Sin embargo a fines de junio de 1985 Vega “fue asesinado en la carretera México-Pachuca, cuando viajaba hacia el Distrito Federal”.

   Después de la publicación de ese reportaje Guadarrama envió una carta en donde sostuvo que la muerte de Vega se debió a un accidente de carretera. También negó la denuncia de la Coordinadora Otomí Ñañú que, según la versión reproducida ayer en esta columna, lo habría acusado por fraude durante en el Patrimonio del Mezquital (Proceso, 3 de julio de 1989).

   En 1985 Guadarrama fue designado secretario general de Gobierno. Luego se diría que una de sus tareas fue instalar una peculiar red de espionaje que, según los mencionados reporteros, empleaba a mujeres “para que supieran arrancar, en la intimidad, información confidencial a hombres responsables de la campaña”.

   En aquel reportaje se mencionaba también, aunque sin aclarar de qué manera fue obtenida, una supuesta ficha de la Dirección Federal de Seguridad.

   Ese documento indicaba: “Cargo: Secretaría General de Gobierno. Nombre: José Guadarrama Márquez o José Guerrero Guadarrama. Lugar de nacimiento: Tijuana, BC. Edad: 40 años. Profesión: profesor rural. Años de actividad política: 18. Sector al que pertenece: CNC. Peso cuantitativo específico interno: sí. Externo: no. Nexos con la oposición: sí. ¿Es de confiar?: no. Situación económica al iniciar el cargo: mala. Actualmente: excelente. ¿Tiene negocios en el estado?: sí. ¿Fuera del estado?: sí. Moralidad o fama pública: pésima. Simpatía o arraigo: no…”

   La información atribuida a los servicios de inteligencia del gobierno federal señalaba también: “Goza de mala fama pública. Se le considera deshonesto. Logró tener el control político en gran parte de los municipios del estado a través de negociaciones y concesiones otorgadas a los diferentes grupos… Provoca conflictos, los incita y los resuelve. Ha propiciado invasiones… Involucrado en la venta masiva de concesiones de camiones urbanos, suburbanos y taxis”.

   Una semana después de la publicación de ese trabajo periodístico Guadarrama, en su carta a Proceso, dijo que la ficha de la DFS había sido “urdida por una mentalidad siniestra”. Pero no negaba la existencia de ese documento.

   Durante un cuarto de siglo, numerosos militantes de partidos de izquierda y grupos campesinos en Hidalgo compartieron esos y otros juicios adversos acerca de Guadarrama.

   Priista de toda la vida, ese personaje tenía varios sexenios insistiendo en ser candidato al gobierno de Hidalgo. No lo consiguió en el PRI pero sí, en cambio, en Partido de la Revolución Democrática –en donde militan, o habían estado, muchos de los hidalguenses que aseguran haber sido perseguidos por el ahora candidato a gobernador–.

 

 

2 comentarios en “Guadarrama, toda una ficha

  1. ESTOY REELEYENDO ESTA NOTA, LA VERDAD EL SR RAUL TREJO D, SE QUEDO CORTO EN SUS DECLARACIONES CREO QUE EN LA VIDA NEGRA DEL ALUDIDO, LO DICHO AQUI SERA APROX DE UN TREINTA PORCIENTO. ATTE CIUDADANO DE JACALA HGO. LO PEOR ES QUE AHORA ESTARA DE CANDIDATO DE MORENA. APUESTAN ????

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